SIN ERECCION

Cuando me lo contó no supe qué hacer. Fue tan fuerte el impacto que hubiera podido hacer de todo para cambiar su suerte. Sí, de todo. Lo único que mi buen amigo quería en su triste vida era una bendita erección. Su pene, un blando pedazo de carne, no le servía para nada. Era tal la inutilidad de su falo que mi amigo comenzó a evadir el asunto. Hasta que un día le dijo a su chica: "Muchas veces olvido lo que tengo entre las piernas".

El dato es tan rotundo como una buena erección: el famoso Viagra se vende en 120 países. Desde su lanzamiento (hace más de diez años) se han vendido 1,800 millones de pastillas para ayudar a más de 35 millones de hombres.

Cada segundo se venden seis tabletas de Viagra.

Que no se pare o que no se pare tanto como uno (a) espera es un problema monumental que muchísimos hombres evaden. Y hay mujeres que también callan el asunto. Ya saben, la típica frase femenina de "lo que importa es el amor y no el sexo". Esta mujer, tan buena y tan insatisfecha, es -por suerte- una especie en extinción.

 

La disfunción eréctil (DE) es uno de los principales dramas que aqueja a la población masculina. Los más afectados tienen más de 40 años, sin embargo, hay jóvenes de 20 que han visto sus penes sin erección en medio de una jornada que parecía exitosa.

 

(Según datos de Pfizer, el 50% de hombres -de entre 40 y 70 años- padece disfunción eréctil. Siete de cada diez machos todavía no ha buscado ayuda profesional para este problema).

La disfunción eréctil tiene solución. Puede ser una cuestión psicológica (sobre todo en los menores de 40), orgánica, o una misión para el Viagra. Lamentablemente, muchos no buscan ayuda por vergüenza. Ese fue el caso de mi amigo. Gracias a su chica, todo cambió para él. Hoy es un hombre feliz.

NO FUNCIONA, ¿QUÉ HAGO...?

-NO SONRÍAS NERVIOSAMENTE. Esa expresión te revela como una mujer confusa que no sabe qué hacer. Disimula. Las mujeres siempre debemos mostrar que sí sabemos.

-LA FALTA DE ERECCIÓN NO ES UN PROBLEMA DEL CORAZÓN. Así que evita la frase: "¿Acaso ya no me amas?". La disfunción eréctil puede ser consecuencia de la diabetes, la hipertensión arterial, alguna enfermedad prostática, el consumo de drogas, el vicio de fumar, la administración de algunos medicamentos, la ansiedad y el recuerdo de haber fallado alguna vez.

-NO TE SIENTAS CULPABLE.Si el tiempo en cuestión te dice: "Antes no me había pasado. Será cosa tuya" te toca respirar hondo y dar una siesta. Tremendo mentiroso no vale la pena, pero tampoco lo ataques. Mejor duerme.

-BUSCA CONVERSAR. Quizás la cama no sea el mejor lugar para la charla, menos si lo que tienes al lado es un pedacito de carne sin vida. Dejemos que pase unas horas. Abandona la desnudez, ofrécele un beso y convéncelo de salir a tomar algo. Con mucha delicadeza, pero sin evitar el tema de fondo, habla, habla, habla. La comunicación es fundamental en toda pareja. Sería bueno que él encuentre en ti el apoyo necesario para buscar ayuda especializada.

-SÉ GENEROSA. No eres culpable de nada, ya lo sabemos. Sin embargo, quizás este sea el momento para demostrar el tamaño de tu amor. No descartes un fellatio o una serie de besos al miembro alicaído. Quizás ocurra un milagro.

¿Sufres de disfunción eréctil? ¿Has buscado ayuda para este problema?

¿Qué haces cuándo tu pareja no funciona?