Algunos afirman la existencia de afrodisíacos, mientras que otros la cuestionan. El hecho es que, estrictamente hablando, no existen sustancias comprobadas que aumenten nuestro deseo sexual. Sin embargo, la creencia de su eficiencia hace posible que luego de ingerir ciertos alimentos -en ocasiones- tengamos noches de placer inolvidable. ¿Cuál es tu afrodisíaco?
Su nombre se conoce desde hace 5,000 años y viene de "Afrodita", la diosa griega de la sensualidad y el amor que curiosamente nació de un cascarón de ostra. Las culturas griegas y egipcias ya conocían a los llamados "afrodisíacos" y los utilizaban para potenciar su sexualidad.
Algunos sostienen que todo está en la alimentación. Una baja producción de testosterona produce apatía sexual. Según estudios, un déficit de boro o zinc en el organismo hace que no se sintetice esta hormona, dando como resultado una baja en la libido. Aunque se puede compensar con alimentos ricos en vitaminas del grupo B, en especial el ácido fólico, y vitamina E.
Los científicos también afirman que para que haya energía sexual tiene que haber energía sobrante en el organismo. Para ello, la buena nutrición es crucial. Algunos productos tienen ciertos beneficios que pueden ser favorables para la ocasión: el ajo produce calentamiento en el cuerpo, el chocolate contiene teobromina que combate la fatiga física y mental, los mariscos tienen gran cantidad de minerales, la menta estimula el sistema nervioso, etc, etc.
La licenciada en nutrición, María Emilia Mazzei, miembro del consejo asesor de la Fundación Cardiológica Argentina y asesora en nutrición de la AAPP, afirma: "si hay una mala nutrición, disminuyen la libido y la fertilidad".
Hay teorías que sostienen que los verdaderos afrodisíacos son los que nos recuerdan alguna parte del cuerpo humano, ya sea por su forma o textura, y que esto incrementa la excitación. Como ejemplos tenemos a las ostras, almejas, salchichas, espárragos, etc. Así, el cerebro asocia el placer sexual con el placer que produce el ingerir alimentos. Esto se puede combinar muy bien en ciertos juegos sexuales de precalentamiento.
Efecto placebo. Cuando una medicina es probada, usualmente se suele trabajar con dos grupos. A uno le dan la pastilla y a otro le dan una pastilla de azúcar sin ningún componente medicinal, pero se les dice a todos que se les da el mismo medicamento. Algunas veces, las personas que toman la píldora falsa tienen efectos reales y esto se debe a un efecto psicosomático. La gente piensa que la pastilla es la verdadera medicina y la mente produce efectos en su cuerpo. Esto también puede aplicarse a los alimentos llamados afrodisíacos.
Se cree que el alcohol u otras sustancias psicoactivas -como marihuana, cocaína, heroína, LSD, hongos, etc.- tienen efectos afrodisíacos pero esto es errado. Dichas sustancias tienen consecuencias desastrozas a corto y largo plazo, tales como la pérdida o disminución del deseo sexual y disminución en la calidad de la ejecución sexual con problemáticas tales como impotencia, anorgasmia, dispareunia, alteraciones eyaculatorias y hasta esterilidad.
Culturalmente, se cree que existen diversas comidas o bebidas que intensifican el romanticismo o son símbolo de amor, afecto o sexualidad. Aunque no hay una prueba rigurosamente científica que los respalde de los afrodisíacos está íntimamente ligado a las emociones que nos causan y con quienes las compartimos.
¿Qué alimentos consideras afrodisíacos? ¿Cuál nos puedes recomendar?
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