domingo, 27 de noviembre de 2011

PECHOS

Todo hace indicar que aquí el tamaño tampoco importa. Basta que sean cálidos y firmes. Sin embargo, en la cama pasan muchas cosas. Increíblemente, algunas prefieren que no se los toquen. Les atormenta su talla pequeñita. Otras, bendecidas por la diosa Silicona - artificial o natural- no se animan a aprovecharlos por miedo a quedar como un mal clon de Pamela Anderson. Y como si esto ya no fuera demasiado rollo, varias lectoras de este blog denuncian que no las tocan bien.

tetitassss.jpg
¿Grandes o pequeños? Así como pasa con los penes, quizás la respuesta sería que el tamaño (o la dimensión) no importa, pues lo que cuenta es cómo los usan. Dos buenos pechos pueden poner de cabeza cualquier cama si la mujer que los lleva puestos sabe emplearlos como dos poderosas armas de seducción. En primer lugar, los pechos hay que lucirlos, incluso cuando son talla 32. Los pechos hay que dejarlos tocar. Hay que mostrarlos. No vale cubrirlos con las sábanas, y menos taparlos con las manos. Eso para empezar.

Los pechos no deben estar distantes de la boca del amante. Los pechos deben aproximarse y entregarse. Barbara Keesling, autora de un clásico llamado Cómo volver loca a la mujer en la cama, afirma que la succión de los pezones estimula tanto a las mujeres que muchas sostienen que estos (los pezones) se encuentran conectados al clítoris. Este grupo de féminas declara haber alcanzado el orgasmo solo con haber sido acariciada en los pechos, tanto con las manos como con la boca.

Cuando uno va por la calle y se encuentra con un par de pechos desatados de un escote lo habitual es que la vida continúe. Pero cuando está en plena faena -faenón, le llaman ahora- lo lógico es que los pechos participen, reclamando caricias y besos. No los saques del juego. No los ignores.

Ahora, lo mínimo que se espera es que te los toquen bien. Conozco mujeres que se han prendido de amantes y 'choques y fugas' solo porque en esas manos ajenas a la rutina encontraron las caricias que siempre esperaron o soñaron. No me pregunten cómo tendrían que ser esas caricias. No hay reglas. No hay manuales. Cada mujer tiene sus propias exigencias. Las delicadas seguro esperarán pequeños roces, como si tus manos fueran el aire. Las más rudas seguro soñarán con manos grandes y fuertes, capaces de propiciar movimientos más rotundos. Es tan impredecible la naturaleza femenina que posiblemente lo más adecuado sea preguntar.


La misma Keesling lo recomienda. Debes averiguar qué le gusta a tu pareja. Así que preguntas bobas como estas no dudes en lanzar: "¿Te gusta que te los toque así?". Esa podría ser una pregunta boba, pero muy útil si ella acaba diciendo lo que en verdad le gusta. De repente se sincera y admite que un ligero mordisco es lo que le provoca.

¿Grandes o pequeños? A ver, seamos sinceros. La mayoría sueña con pechos grandes, pero la mayoría ha tenido entre manos o delante de la cara pechos promedio, entiéndanse un 36 con suerte. Así que mientras la suerte acompañe a unos pocos - salvo siliconas de por medio -, toca disfrutar y olvidarse de ciertos estereotipos. Entiendo que no es fácil, pero las fantasías son fantasías, son imposibles o sueños con precio (y estos no son igual de buenos).

Machos del mundo y amantes hasta aquí todo parece concluido. Ahora, debemos preguntarnos qué tan bien tocamos, qué tan bien intercalamos besos y caricias. ¿Alguno de ustedes ha constatado, por ejemplo, si el jugueteo superior lubricó a la chica en cuestión?

Es preciso tener claro que siempre habrá féminas dispuestas a NO SENTIR por mil razones que en este post no vamos a tratar. Pero hablando del común de chicas, muchas reportan ciertas malas maniobras. He aquí algunas.

LO QUE NO LE GUSTA A LA MAYORÍA DE MUJERES

Que aprietes sus pezones y no lo sueltes a la primera queja (no gemido).

Que toques un pecho y te olvides del otro. Al lado de derecho está el izquierdo.

Que los acaricies sin ganas.

Que los embabes gratuitamente. Para llegar a ese punto debes de haber besado y acariciado lo suficiente.

Que en plena faena se te ocurra decir: "Uno es más chiquito que el otro" o... "Tienes un pelito".

Sacudirlos o pellizcarlos no siempre da buenos resultados.

Los pezones no son timbres o teclado de celular.

¿Te excita tocar los pechos de tu pareja? ¿Te gusta que te los toque? ¿Es muy trascendental que sean pequeños o grandes? ¿Tienes algún episodio memorable que contarnos respecto al tema?


No hay comentarios:

Publicar un comentario