sábado, 19 de noviembre de 2011

SEXO DESPUES DE LAS PELEAS

¿Alguna vez hiciste 'las paces' solo porque querías sexo? Eres de los que les encanta arreglar los problemas en la cama o, simplemente, sientes que luego de una gran pelea, el 'make-up sex' suele presentarse como sanador milagroso. ¡Cuéntanos, qué tan buenos son esos encuentros!

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Una relación sin peleas es como una mañana sin sol,aunque si estás mucho tiempo bajo él,te puedes quemar. Oscar Dionisio Maldonado Vázquez

¿Por qué es tan bueno el sexo después de una pelea? Quizá porque después de extrañarlo(a) y el miedo a que ese alejamiento se haga mayor, el encuentro venga con una mayor carga emocional, de una marejada de sensaciones y (recordemos que hemos estado a 'dieta' durante este tiempo) deseamos tatuarnos en la piel del otro.

Más de uno de nosotros tiene amigo(a)s que están de pleito todo el día pero, luego -casi mágicamente- se arreglan y prodigan cariño. ¡Cosa de locos! dirían algunos pero es más común que lo que se cree, no en vano el dicho popular reza que lo más rico de un pleito es la reconciliación. Tampoco deja de ser cierto que luego de una pelea, el sexo ayuda a relajar las cosas y superar las molestias. Incluso, muchas veces no llega de forma salvaje sino tiernamente y entre susurros.

"Luego de una discusión cuando el malestar o enojo no es lo que sigue predominando, el sexo se vuelve un medio para mostrar el cariño o amor. En el encuentro sexual se busca en ocasiones compensar el mal momento con placer y así volverlo un momento igualmente significativo o aún mejor", cuenta el psicólogo y sexólogo Miguel Alejandro Espinosa Díaz.

El problema es cuando esto se vuelve costumbre es peligroso para la relación, ya que se puede transformar en la manera 'perfecta' de evadir los problemas. Y así, habrá una gigantesca cola esperando por nosotros para hacernos tropezar en cualquier descuido o, aún peor, asfixiarnos cual boa marital.


"Se crea una condición del previo enojo para tener una relación satisfactoria, lo que habla de la falta de comunicación o la poca asertividad para resolver problemas (...)Si funciona esa fórmula 'sexo como reconciliación' se intentará después; si en una segunda sigue funcionando habrá un tercer intento y así hasta que se vuelve un aprendizaje significativo", explica el sexólogo.

Lo grave es que muchos no se dan cuenta que están cayendo o hace mucho tiempo ya están dentro de esa dinámica. Y claro, en parte es inseguridad en uno mismo, en parte es desconfianza en la propia relación (lo mismo al fin y al cabo), además de ser una manera para lograr un objetivo.

Lo mejor, en todo caso, será siempre la comunicación constante y fluida. Misma que brindará seguridad y conocimientos necesarios para que, fuera de enojos pasajeros o peleas fuertes, la otra persona (nuestra pareja) sepa quién somos en realidad. Si luego llega el sexo como fin de una riña, será una hermosa manera de encontrarse.

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